Nadie es indispensable, aunque lo crea.

10 verdades terribles que debes conocer sobre tu puesto de trabajo:

1. Nadie es indispensable. Por mucho que tú creas que lo eres.
Y si no, mira lo que le pasó a Steve Jobs: hasta de su propia empresa, le echaron, ahora imagina, ni eres Steve Jobs, ni es tu empresa.

2. La meritocracia es como el Yeti: se cree que existe, algunos dicen haberla visto… pero no es nada, nada, nada frecuente.
Ten muy claro que tu ascenso (o cualquier otra recompensa) no está garantizada por mucho que trabajes 24/7, seas un buen profesional o “sudes la camiseta”.

3. Tu carrera es igual a tu conocimiento y tus conexiones, no a un programa de desarrollo de carrera.
Desarróllate durante toda tu vida y no pierdas ninguna ocasión para conectar con otros. Eso sí es un plan de carrera.

4. La discriminación existe (edad, género, apariencia…) por mucho eslogan que veas a favor de “poner a la gente en el centro”, la inclusión, la diversidad…
Simplemente, sé consciente. La vida no es justa; las empresas, tampoco.

5. El contrato indefinido es exactamente eso: no definido.
Te lo digo de otra manera: el trabajo para toda la vida es como los dinosaurios: sólo nos quedan los fósiles.

6. La empresa no es una familia. Es un contrato. Punto.
Da lo mejor de ti cada día, sé un profesional… pero ten muy claro que entre vosotros sólo hay un contrato, no un lazo de sangre…

7. Tienes el jefe que te mereces.
¿Quieres un jefe mejor? Conviértete en ese jefe que te gustaría tener, en lugar de quejarte del que tienes ahora.

8. La progresión de tu carrera no es cuestión de lo bueno que eres, sino de cuántos lo saben.
Tu capacidad de avanzar depende de tu visibilidad y tu autopromoción, más que de tu competencia. Ergo, aprende a venderte (otros ya lo hacen y les va muy bien).

9. La equidad salarial no existe.
El mejor salario es para el que mejor negocia, no para el que mejor hace su trabajo. Ergo, aprende a negociar.

10. Si te quedas sin trabajo entre los 40 y los 50, lo más probable es que estés definitivamente fuera del mercado.
Es injusto, puedes quejarte, pero tristemente es la realidad. ¿La parte buena? No eres tu trabajo. Imagina tu nueva vida y ve a por ella.

¿Qué opinas?

Copiado del LinkedIn de Ramón Pascual.