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Resumen: Habla con seguridad

Dar un discurso memorable es uno de los desafíos profesionales más grandes y, al mismo tiempo, una de las experiencias más satisfactorias. Superar este reto es posible con una preparación y el apoyo apropiados. Los oradores profesionales saben que la planeación de un discurso es fundamental, así como ser auténticos y conocer a la audiencia a la que se dirigirán. En este interesante manual, Nick Gold, especialista en oratoria y presentaciones, le enseñará como vencer los desafíos de dar un discurso o realizar una presentación oral. También ofrece útiles recomendaciones para adaptarse al entorno en el que expondrá, cautivar a su audiencia y convertir su discurso en un diálogo enriquecedor que perdurará en la memoria de su público.

Ideas fundamentales

  • Hablar en público es una habilidad innata.
  • Los oradores deben ser honestos y proyectar su marca personal a la audiencia.
  • Los mejores oradores cuentan historias.
  • Un orador debe conocer a su audiencia.
  • Hay que considerar el entorno del discurso y adaptarse a él.
  • Antes de su presentación oral, debe reforzar su aplomo y hacer los cambios necesarios de último minuto.
  • Las imágenes que apoyan su presentación deben ser cautivadoras y acompañarse de frases relevantes.
  • Los mejores discursos son parecidos a una conversación.
  • Tras la presentación, hay que procurar mantener la comunicación con la audiencia y darle un seguimiento.
  • Las pautas para dar discursos en línea son las mismas que las de los discursos presenciales.

Resumen

Hablar en público es una habilidad innata.

En la infancia, las personas poseen un fervor natural de comunicar y expresarse. Los niños son expositores naturales. Sin embargo, al crecer, esa confianza suele disminuir. La mente, más desarrollada y lógica, limita esa imaginación desbordante de la niñez, dando lugar a inseguridades y temores.

Pensar en esos momentos infantiles en los que hablaba sin temor le permitirá reflexionar sobre qué lo hacía ser tan elocuente en ese entonces y ganar confianza en el presente. Los niños suelen utilizar su propio lenguaje en vez de simplemente repetir lo que otros han dicho o escrito. Ellos narran desde su perspectiva, llenando la historia con su esencia y vivencias.

Es imprescindible que, como adulto, tenga confianza en la información que está compartiendo y la haga suya. Para ello, debe vincular los puntos clave de su presentación con sus propias anécdotas y experiencias. Esto hará que su conferencia resulte más auténtica y genuina y que usted se sienta con mayor confianza.

“Por supuesto, hay que tener cuidado de no meter con calzador esos contenidos o anécdotas, de manera que resulten forzados o desconcertantes”.

Los oradores deben ser honestos y proyectar su marca personal a la audiencia.

La marca personal no es exclusiva de las grandes empresas o de las figuras famosas; cada ser humano posee su propia representación o percepción ante los demás. Al expresarse frente a una audiencia, es crucial que proyecte adecuadamente su marca personal, ya que esta le ayuda a establecer el contexto para el contenido de su mensaje.

Una parte esencial de la comunicación en vivo es su lenguaje corporal, el cual es interpretado automáticamente por la audiencia. La clave para una comunicación efectiva es la autenticidad. Su expresión verbal y no verbal deben alinearse con su marca personal. Al estructurar lo que va a decir, es esencial enfocarse en los puntos esenciales que quiere compartir. Esta idea central debe ser tanto el fundamento como la guía de todo lo que exponga desde el inicio.

Un buen comienzo podría ser informar a la audiencia sobre el tema a tratar y justificar por qué usted es la persona capacitada para abordarlo. Reconozca su experiencia y siéntase confiado de sus habilidades. Use sus conocimientos y principios a su favor. Una vez que esté seguro de sus ideas principales, puede preparar los detalles de su exposición.

Es importante considerar que la ansiedad o los nervios previos a una exposición pueden ser beneficiosos si se canalizan de la manera correcta. Estas emociones pueden suministrar la energía requerida para su presentación, además de permitirle enfocarse y potenciar su habilidad para transmitir ideas.

“Entender tu marca y, por tanto, tu estilo es un gran punto de partida para la creación y la pronunciación de un discurso”.

Los mejores oradores cuentan historias.

Los oradores excepcionales utilizan relatos para establecer un vínculo emocional con su audiencia. Presentar ideas a través de historias permite que los espectadores asimilen conceptos complicados de una manera más profunda y a menudo personalizada. Las historias capturan la atención y generan respuestas emocionales, convirtiéndolas en excelentes vehículos de comunicación.

Aunque narrar puede no parecer el método más directo de compartir información, tejer los datos en una narrativa cautivadora suele ser más eficaz. Al contar una historia, el discurso basado en datos se convierte en algo más cercano para las personas. Un mensaje enmarcado en un relato bien estructurado no solo será impactante, sino que también se quedará grabado en la memoria de la audiencia.

Al decidirse por el método narrativo para comunicarse, se alinea con una inclinación innata en los seres humanos: las personas son contadoras de historias por naturaleza. Para que esta técnica sea efectiva, es crucial dominar el núcleo del relato. Una vez que se sienta seguro con su narrativa, podrá repetirla, adaptarla y ajustarla según las circunstancias.

“Una de las maneras más útiles para mejorar tu forma de contar historias es ir a ver actuaciones de humoristas”.

Un orador debe conocer a su audiencia.

Entender que el público es el elemento central al hablar en público es crucial para tener éxito en la oratoria. Centrarse en los oyentes no solo ayuda a reducir la ansiedad, sino que también resalta la necesidad de conocer a las personas a las que se dirige. No debe basar su percepción del público en meras suposiciones. Familiarícese con ellos es a través de una reunión o charla previa.

Al estructurar su intervención, es esencial considerar los objetivos y metas del anfitrión del evento y de los principales interesados; los parámetros de éxito de dichos objetivos; las expectativas de los oyentes; las características y el estado emocional del público, además de las reacciones esperadas de los asistentes a la ponencia. A partir de esta información, puede determinar el enfoque y el contenido de su presentación. La preparación es esencial, así como llegar con suficiente anticipación el día del evento para familiarizarse con el lugar.

“Hablar en público es una de las formas más eficaces de mejorar tu visibilidad en un equipo o en un departamento, y puede acelerar tu ascenso”.

Hay que considerar el entorno del discurso y adaptarse a él.

El lugar donde se desarrollará el evento juega un papel fundamental en cualquier presentación. Usted debe seguir el código de vestimenta apropiado. La elección de su atuendo debe reforzar su marca personal. En la medida de lo posible, debe controlar el espacio para que se sienta cómodo y favorecer la conexión con los asistentes. Antes del evento, es aconsejable conocer el lugar y adecuarlo según sus necesidades.

La organización del espacio, especialmente la disposición de las sillas, puede tener un impacto positivo en su discurso. La distancia entre usted y el público debe ser mínima para influir positivamente en la calidad de la interacción y la energía, factores cruciales para el éxito de su exposición. Los componentes técnicos del lugar son igualmente esenciales. Hay que prever el uso de equipos de apoyos audiovisuales, así como la calidad de la iluminación.

Algunos oradores se sienten más animados al moverse por el escenario, mientras que otros se sienten más seguros detrás de un pódium donde pueden tener sus apuntes. Aunque el anfitrión suele tener una disposición predeterminada para el escenario, es importante que usted se asegure de que se adapte a sus preferencias. Converse previamente con él para garantizar que se cumplan sus requisitos.

“Cuando vayas a pronunciar un discurso menos formal –como en una reunión de equipo– también merece la pena tener en cuenta la puesta en escena”.

Antes de su presentación oral, debe reforzar su aplomo y hacer los cambios necesarios de último minuto.

Las acciones que ejecute justo antes de ponerse frente al público pueden influir notablemente en su presentación. Si es posible, charle previamente con algunos de los presentes y ofrézcales un pequeño adelanto de lo que tratará. Esto le brindará una percepción sobre cómo se siente la audiencia, permitiéndole ajustar su enfoque, y le permitirá establecer una conexión amistosa previa.

Si el evento cuenta con otros conferencistas que hablarán antes que usted, es apropiado escuchar algunas de sus exposiciones para tener una impresión del tipo de público. Es recomendable prestar atención a los temas recurrentes o principales mencionados por otros oradores y al tipo de vocabulario que se está usando.

Integrar este lenguaje en su discurso puede brindar un toque de reconocimiento y hacer que se sienta más cercano a los asistentes. A medida que se aproxime su turno, busque un espacio calmado para relajarse y realizar cualquier ajuste de último minuto en su presentación en función del ambiente. En esos últimos momentos, enfóquese en su confianza y equilibrio mental.

“Convéncete de que sientes excitación en lugar de miedo”.

Las imágenes que apoyan su presentación deben ser cautivadoras y acompañarse de frases relevantes.

Presentar su discurso debe ser el punto culminante de toda la preparación. Nunca debe llevar un guion escrito al escenario para leerlo en voz alta. Antes de la presentación, es beneficioso ensayar frente a personas de confianza, aquellas cuyo juicio valora. Asegúrese de solicitarles retroalimentación honesta y directa para mejorar su presentación.

Las presentaciones visuales deben ser cautivadoras. Las diapositivas han de servir como recordatorios clave. Cada imagen debe evocar la narrativa o el punto que planea abordar a continuación. La conexión entre las imágenes y el mensaje debe ser lo suficientemente clara y relevante.

“Si una diapositiva debe contener palabras, mi regla de oro es que el máximo debe ser siete: las suficientes para hacer una declaración llamativa, pero las mínimas para que el público no se despiste”.

Una mala planificación puede llevarlo a extenderse más de lo previsto, lo cual debe evitar. Es imprescindible tener una idea clara de cuánto tiempo tomará su exposición y adaptarse a ello. Respire y modere el ritmo de su discurso mientras habla. Si se da cuenta de que no tiene tiempo suficiente para abordar todos los puntos, no se apresure.

En estos casos, es recomendable ser transparente con la audiencia, señalar que no podrá cubrir todos los aspectos mencionados al inicio y ofrecer la oportunidad de abordar los puntos pendientes en una sesión de preguntas y respuestas o en un encuentro posterior.

Los mejores discursos son parecidos a una conversación.

Los discursos más impactantes se asemejan a un diálogo interactivo que provoca conexiones y respuestas diversas entre orador y el público. El propósito principal es cautivar a la audiencia y dejar una huella profunda en ellos. Lograr que un discurso se sienta como un intercambio mutuo es una de las principales características de un buen conferencista.

Al hacerlo, logra que los oyentes se sientan profundamente conectados e involucrados, transformando la experiencia en algo inolvidable. En una sesión de preguntas y respuestas, usted puede sentirse más relajado, ya que el foco de atención dejará de recaer sobre usted. Es válido admitir que no se tiene una respuesta a una pregunta del público. En estos casos, puede ofrecerse a discutir el tema posteriormente.

Esta honestidad refuerza la afinidad del público hacia el ponente y fortalece su confiabilidad. Invitar al público a compartir sus perspectivas o emociones sobre un tema aumenta la dinámica y energía del ambiente, permitiendo que se sientan apreciados y partícipes, en lugar de meros receptores de un monólogo. Siempre es esencial comunicar a los oyentes que busca un intercambio genuino con ellos.

Tras la presentación, hay que procurar mantener la comunicación con la audiencia y darle un seguimiento.

Después de finalizar su charla, es esencial que los oyentes continúen meditando sobre un asunto específico que pueda haberles interesado. Esta reflexión debería surgir naturalmente de lo que presentó y motivar a los oyentes a querer aprender más y plantearse inquietudes.

No sienta la presión de develar cada detalle a su público. Los discursos memorables tienen un toque de misterio. Dejar al público con la curiosidad de conocer más ayuda a consolidar su mensaje en su memoria. Es recomendable que se encuentre disponible durante los descansos y posteriormente para discutir cualquier inquietud que pueda surgir.

También es bueno estar disponible a través de las plataformas digitales y redes sociales. Cuando inicie un diálogo, tiene un compromiso tácito de continuar esa conversación. Responda de manera amable y oportuna. Además, piense en ofrecer recomendaciones de recursos o lecturas adicionales que puedan enriquecer la comprensión del público sobre el tema.

“Desde el punto de vista del cliente u organizador, saber cómo medir o evaluar el impacto que ha causado un discurso es una cuestión compleja”.

Las pautas para dar discursos en línea son las mismas que las de los discursos presenciales.

El incremento en el uso de videoconferencias en el ámbito corporativo puede atribuirse en parte al crecimiento del trabajo remoto y también a la globalización. Con la generalización del trabajo a distancia, es más común que los ponentes den charlas desde su oficina, comunicándose a través de una pantalla. Esta modalidad modifica la atmósfera del lugar, altera la forma en que el público se relaciona con el conferencista y, por ende, cómo este último percibe y se ajusta a las respuestas del auditorio.

No obstante, ya sea que la presentación se realice presencialmente o en línea, las bases esenciales para un discurso exitoso son los mismos. Es importante asegurarse de que el lugar donde se realice la charla sea apropiado para el tema tratado, así como familiarizarse con los recursos tecnológicos, realizando ensayos cuando sea preciso.

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